
jueves, 4 de abril de 2013
LA MISIÓN DE EDUCAR
Educar es lo mismo
que ponerle un motor a una barca.
Hay que medir, pesar, equilibrar
y poner todo en marcha
pero para eso uno tiene que llevar
en el alma
un poco de marino
un poco de pirata
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada
pero es consolador soñar,
que ese barco -ese niño-
mientras uno trabaja,
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes,
hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca
en barcos nuevos
seguirá nuestra bandera enarbolada.
(Fermín Gainza)

Suscribirse a:
Entradas (Atom)